Si deseamos conocer datos o información sobre una empresa, la mejor herramienta con que podemos contar es internet, donde con sólo teclear el nombre en cualquier buscador, aparecen desde datos básicos como la dirección o el domicilio fiscal hasta informes económicos y financieros que destripan la realidad de la corporación. De hecho, son las propias empresas las que generan a través de su imagen corporativa y su presencia en la red o redes sociales, una ingente cantidad de información. Si accedemos directamente a la página web de la empresa en cuestión, podremos analizar su proyección, el tipo de actividad que se desarrolla, el perfil de sus clientes y muchos más datos que permiten a cualquier futuro cliente conocer de primera mano a un futuro proveedor.
Otras páginas especializadas ofrecen informes mercantiles, económicos o financieros e información más sensible derivada de sus datos de facturación y otras cuestiones, aunque deberemos abonar algunas cantidades de dinero para acceder sin restricciones al informe completo. Muchas de las empresas que generan estos informes suelen regalar de forma gratuita el primer informe para que puedas comprobar si se trata del tipo de informaciones que necesitas. En ellos aparecen las cuentas anuales, el volumen de ventas, algún artículo en prensa y los principales clientes y proveedores. Este tipo de búsquedas puede vulnerar la ley orgánica de protección de datos, que vela por la confidencialidad y los derechos de información, acceso, rectificación, oposición y cancelación de datos. Sin embargo, esta misma ley dispone de una base de datos donde aparecen personas físicas y jurídicas, o podemos acudir a otros organismos como los registros de la propiedad o el registro mercantil.