El autoempleo, el trabajo por cuenta propia, incluye dos tipos de actividades principalmente: la creación de una empresa propia y el trabajo como autónomo o profesional “freelance”.
Si tienes ganas de emprender un negocio por cuenta propia, el primer paso que deberías dar es confeccionar un proyecto de empresa y un plan de viabilidad. Si necesitas ayuda con esto, puedes pedir asesoramiento en las oficinas de empleo de tu ciudad, ellos sabrán indicarte a qué organismo debes dirigirte para ayudarte.
Después deberías iniciar la búsqueda de financiación para poner en marcha tu proyecto. Hay ayudas para emprendedores cuya cuantía varía dependiendo de tu edad, sexo, si tienes o no niños o personas dependientes a tu cargo, y otros factores. Cuando sepas cómo vas a financiar tu empresa, será el momento de constituirla legalmente.
Si lo que quieres es trabajar como profesional “freelance”, necesitas darte de alta en la Agencia Tributaria en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y afiliarte en el Régimen Especial de Autónomos de la Seguridad Social en la Tesorería General de la Seguridad Social. A la Agencia Tributaria debes ir diez días antes de comenzar la actividad laboral y a la Tesorería General de la Seguridad Social antes de que acabe tu primer mes de trabajo como autónomo. El coste de estos trámites depende de la actividad profesional que vaya a ejercerse.
Normalmente no conviene darse de alta como autónomo hasta que no vas a facturar algo seguro. También debes tener en cuenta que la Seguridad Social te cobra siempre meses enteros sin tener en cuenta el día en que te des de alta, por lo que conviene hacer este trámite al empezar un mes.
Si estos trámites te parecen complicados, puedes contratar los servicios de una asesoría para que te los solucione.