Cuando un acreedor condona una deuda significa que cancela la deuda existente entre él y la persona que debe, es decir, se librea legalmente de la obligación legal de cumplir con lo pactado. Tenemos que tener en cuenta que esta situación se puede dar por diversos motivos y que es muy raro que se produzca ya que el acreedor intentará por todos los medios recuperar el dinero prestado. Además, la condonación de la deuda implica también que se haga por medio de un notario que de fe que dicha deuda se condona.
Uno de los medios por los que el acreedor podrá optar a recuperar el dinero invertido será por medio de sentencia judicial en el que dictamine que le corresponden determinados bienes. En el caso que tras realizarse la adjudicación el acreedor no recuperara todo el dinero este incurrirá en una situación de deficiencia por lo que lo más normal es que suela condonarla o perdonarla ya que no podrá recuperar más dinero del que ha obtenido con la decisión judicial.
Sin embargo, el hecho de que el acreedor condone una deuda puede llevar consigo una ingrata sorpresa para la persona que tenía el préstamo ya que el acreedor justificará por medio de un documento que no ha recibido el importe de la deuda y por tanto a efectos del Estado serán beneficios de la persona que tenía concedido el préstamo. Esta persona tendrá que pagar por tanto los respectivos impuestos referentes a la cantidad económica perdonada ya que a pesar de no disponer del dinero físico contará a efectos legales como ingresos.