Qué sucede a una finca, si no hay herederos

En el momento en que una persona fallece se suele hacer la lectura de su testamento. En este tipo de documento viene recogida la voluntad del fallecido sobre los bienes que disponía en vida y las instrucciones sobre quién los disfrutará  tras su fallecimiento.

Para saber si existe testamento se deberá dirigir una solicitud al registro de últimas voluntades para saber si el fallecido realizó testamento. Esta solicitud solo podrá realizarse pasados quince días del fallecimiento de la persona y se deberá aportar el certificado de defunción.

En el caso de que no haya testamento y sí herederos se procederá a dividir la finca entre los herederos directos entre partes equitativas dejando a salvo la parte del cónyuge en caso de haberlo y al disfrute del usufructo de la misma.

En el caso de que el fallecido no disponga de testamento ni tampoco de familiares o lo que es lo mismo de herederos entonces sus bienes pasarán a ser propiedad del Estado. Antes de producirse este paso el Estado buscará a los familiares que estén vivos del fallecido para otorgarle los bienes de acuerdo a la ley propia del país.

En la mayoría de los casos, el Estado concede la propiedad al municipio en el que estén los bienes. Estos bienes se procederán a subastar de forma pública y las ganancias pasarán a formar parte de las arcas públicas. En algunos casos, algunos municipios destinan ese dinero para conceder becas para los estudiantes menos favorecidos o conceder ayudas a jóvenes emprendedores.