Síntesis de los diferentes tipos de hipotecas en el mercado

Antes de contratar una hipoteca debemos conocer las diversas opciones disponibles en el mercado, de modo que intentemos conseguir la que mejores condiciones nos ofrece o más se adecua a nuestras posibilidades de pago. La práctica totalidad de hipotecas actuales se conceden a tasa de interés variable, por lo que la cuota que se establece no debe superar el 35% de los ingresos del solicitante, de modo que aseguremos el pago en caso de que el ascenso de los índices de referencia incremente de forma desorbitada.

Por lo general, las entidades conceden una hipoteca que alcanza hasta el 80% del valor de tasación del inmueble, que debe ser la vivienda habitual de quien suscribirá la hipoteca. El análisis de la mayoría de ellas muestra una hipoteca estándar a 35 años como plazo máximo, siempre que no se superen los 75 años al finalizar el período de pago.

Algunos ayuntamientos o comunidades autónomas ofrecían mejores condiciones de financiación para la adquisión de viviendas protegidas para jóvenes empadronados, beneficiando al propietario con todo tipo de ayudas, desgravaciones y unos préstamos en mejores condiciones: mayores porcentajes sobre el valor de tasación, eliminación de algunas comisiones y mayores plazos de pago. Esta oferta se ha contraído debido a las dificultades económicas que atraviesan las instituciones públicas.

En estos momentos, muchas entidades ofrecen condiciones especiales de financiación para facilitar la venta de los innumerables inmuebles que conforman su stock: 100% del valor de tasación más gastos e impuestos, tasas de interés menores que las del mercado y plazos de carencia. Todo ello si adquirimos alguno de sus inmuebles, por lo demás, a precios menores que los del mercado.

Existen también otros tipos de préstamo hipotecario que podemos considerar especiales, como los destinados a la construcción de la vivienda, el crédito puente que permite adquirir una vivienda mientras se vende la anterior o la ampliación del capital de la hipoteca para hacer frente a otros pagos antes que acudir a la consolidación de deudas.