Trámites a seguir para cambiar de banco

Si consideras que tu banco de toda la vida se ha relajado demasiado y no te cuida, no presta atención suficiente a tus necesidades, te cobra comisiones abusivas o, simplemente, has descubierto la forma de abaratar las cuotas de tu hipoteca al cambiar de entidad, tal vez sea el momento de dar el paso y cambiar de banco.

Este proceso no es complicado, quizás más sencillo de lo que imaginas.

Para trasladar la cuenta desde tu banco, únicamente debes acudir a la nueva entidad seleccionada y abrir una cuenta a tu nombre. Ellos se encargarán de las gestiones necesarias sin que suponga ningún coste. Por lo que respecta a las ventajas, las plataformas de banca en internet ofrecen nulas comisiones y rentabilidad, unida a la comodidad y control total sobre los movimientos. Para los más tradicionales, el hecho de tener una persona delante sigue siendo decisivo, pero con la automatización de las operaciones a través de los cajeros, este argumento cada vez tiene menos peso.

El paso siguiente debe ser cambiar los pagos o cobros que tenemos domiciliados. Es importante que notifiquemos a nuestra empresa el nuevo número para que no tengamos problemas con el cobro de la nómina. Procede del mismo modo si eres beneficiario de una prestación, subsidio o pensión. Si entregamos las copias de los recibos domiciliados, la nueva entidad puede gestionar el cambio a nuestra cuenta. Recuerda comprobar que las nuevas tarjetas ya están activadas antes de dar de baja las anteriores. Este proceso debemos hacerlo personalmente y comprobar que no hay cargos pendientes. Intentarán cobrarnos la tasa anual por las tarjetas, pero sólo corresponde la parte proporcional. Una vez esté todo bajo control, cerraremos definitivamente la cuenta y evitaremos que genere cargos y comisiones de mantenimiento.