Si debemos viajar fuera de las fronteras del espacio europeo, será conveniente que tengamos el pasaporte en vigor para cumplir con la reglamentación. Aunque no hay demasiados problemas para expedirlo nuevo, las renovaciones son más lentas, por lo que debemos anticipar este trámite o de lo contrario no podremos viajar.
La forma más rápida para obtener el pasaporte es mediante la solicitud de una cita previa, que confirmaremos en el momento que conozcamos el destino al que viajaremos. Podemos solicitar la cita a través de un teléfono de contacto o a través de la web del Ministerio del Interior. Escogeremos la comisaría más cercana a nuestro domicilio y la fecha y hora que mejor nos venga. Si no encontramos fecha que se ajuste a nuestro horario, podemos optar por acudir personalmente a la comisaría por la mañana temprano, de modo que obtengamos uno de los escasos números que se conceden para realizar estos trámites sin cita previa. En todos los casos, deberemos llevar un foto de carnet, nuestro documento nacional de identidad y el formulario que se nos indique.
Otra opción de última hora es la de tramitar el pasaporte en el mismo aeropuerto. Esta idea no es descabellada por que generalmente hay una comisaría que puede gestionar este tipo de operaciones sin necesidad de cita previa. Para ello, acudiremos con la documentación correspondiente, una fotografía o fotografías necesarias y, si fuera necesaria, las autorizaciones para viajar de nuestros hijos menores. Los menores deben ir acompañados de sus padres en el momento de la expedición del pasaporte. La tarifa aplicada es la misma que en cualquier otra comisaría y el pasaporte se expide de forma instantánea, por lo que podemos realizar el alta o renovación el mismo día del vuelo.