Cuando surgen conflictos laborales y no se puede acudir a la negociación, ya sea porque se ha agotado esta vía o por la imposibilidad de reclamar de forma directa, deberemos realizar una demanda para conseguir que se cumplan los derechos legítimos del trabajador. Este trabajo corresponde a un especialista, un abogado laboralista o especializado en temas laborales, aunque es importante que sepamos el procedimiento que se sigue para su redacción.
En primer lugar, debemos identificar a quién se dirige la demanda, que debe ser un particular o alguien que pueda ser identificado. La relación vinculante debe ser un contrato de trabajo, que establece derechos y obligaciones para ambas partes. Es importante conocer el domicilio real del demandado o el lugar donde se cree que reside.
A continuación, debemos delimitar las razones que impulsan a redactar una demanda contra una persona determinada, que constituyen el objeto de la reclamación. Debe detallarse mediante una descripción completa qué se pretende conseguir mediante el proceso.
Estas pretensiones van seguidas por la descripción sintética de los hechos que motivaron la demanda, acreditados de forma documental mediante testigos, informes, comprobantes de salarios percibidos, declaración de ambas partes, así como el aporte de un compendio de opiniones de especialistas y jurisprudencia similar. Es importante que sirvan como pruebas y autorizadas por las leyes y el juez.
Debemos indicar también las leyes sobre las que se basa la demanda y realizar el cálculo de todas las cantidades solicitadas. Se realiza una especie de recapitulación o resumen al final recordando las peticiones al presentar la demanda.