Llegado el momento de firmar cualquier tipo de contrato puede que nos encontramos una cláusula que puede llamar nuestra atención por su nombre, nos estamos refiriendo a la cláusula de renuncia de subrogación.
La renuncia de subrogación se puede encontrar en diferentes de contratos en cada uno de ellos tendrá un significado un valor por lo que recomendable saber qué significa. Por ejemplo, en la cláusula de subrogación de un seguro de automóviles está se centra en que de producirse un accidente es la compañía aseguradora es la que ejerce el papel de emprender todas las acciones legales necesarias en nuestro nombre para, en el peor de los casos como puede ser un accidente, llegar a cobrar la indemnización de la parte contraria.
No obstante, también se puede dar en los contratos de compraventa y en este caso esta cláusula se refiere a la posibilidad de que la compañía que nos vende el bien o que nos financia la compra puede vender o traspasar, en caso de impago, la deuda restante a otra compañía para poder ejercer su derecho a cobrar el producto acordado en el contrato original.
Es por este motivo que recomendable leer detenidamente toda la letra pequeña de los contratos para saber muy bien cuáles son las condiciones particulares a las que nos vamos a ver sometidos. En la mayoría de los casos y de las situaciones las compañías suelen introducir costes añadidos por este tipo de cláusulas. Le recordamos que no está obligado a firmar en el momento y que en caso de duda consulte con un profesional para evitar posteriores disgustos.