Diariamente nos vemos bombardeados con miles de anuncios de forma constante por lo que difícil que veamos los anuncios ya que en ese momento aprovechamos para echar un rápido vistazo a la programación del resto de las cadenas de televisión.
Esto junto al coste elevado de lo que cuesta emitir un anuncio hace que muchas ONG (Organizaciones No Gubernamentales) no puedan disponer de tantas apariciones en televisión para hacerse eco de la lucha y de la solidaridad necesaria que necesitan para llevar a cabo sus labores humanitarias.
Es por eso también que muchas de las campañas publicitarias que se llevan a cabo tratan de impactar al usuario para que le persista el mensaje en la memoria. Un especialista de esto es Greenpeace donde podemos encontrar un anuncio en el que un muchacho imitaba el canto de una ballena pidiendo perdón con el mar de fondo. El objetivo que buscaba era concienciarnos sobre la extinción de las ballenas.
No obstante, con el auge de las redes sociales en los últimos años podemos decir que una de las mejores campañas de publicidad que se ha llevado a cabo es la de “la pastilla contra el dolor ajeno” en la que Médicos Sin Fronteras vende en las farmacias al precio simbólico de un euro el remedio para curar a aquellos que están más necesitados. Esta campaña publicitaria al contar con la colaboración de varios famosos ha logrado expandirse como la pólvora y ha logrado su objetivo, el hacerse eco entre la población y recaudar fondos.