Preparar una entrevista de trabajo con antelación, intentando anticiparte a las preguntas que van a hacerte y pensando en las respuestas que darás, es la clave para tener éxito, destacar y conseguir el puesto. Éstas son las preguntas más comunes y algunos consejos para responderlas.
¿Cómo te definirías? Habla de ti mismo siendo positivo y centrándote en tus cualidades. Habla de tu formación, tu experiencia y de tus objetivos.
¿Qué haces en tu tiempo libre? No mientas pero ten cuidado con qué afición decides destacar porque tus intereses personales dirán más de ti a un entrevistador de lo que piensas. Así una persona que lee suele ser tranquila, una persona que practica un deporte en equipo suele saber trabajar en grupo, alguien que le guste la cocina suele ser detallista. Elige una respuesta que se adecúe al perfil que busca la empresa.
¿Cuáles son tus puntos débiles? Nunca seas del todo negativo ni exageres diciendo que no tienes ningún defecto. Se realista pero acompaña tu defecto con un comentario acerca de lo que estás haciendo para mejorarlo.
¿Cuáles son tus planes de futuro? No seas muy concreto, habla de tus aspiraciones en un sentido amplio. Es el momento perfecto para señalar tus ganas de aprender, tus deseos de avanzar en tu carrera profesional u otros aspectos que esperas que la empresa valorará.
¿Por qué quieres cambiar de empleo? De nuevo céntrate sólo en los aspectos positivos, no hagas ningún comentario negativo sobre tu trabajo actual. Habla de tus deseos de mejorar profesionalmente, económicamente o asumir más responsabilidades.
¿Cuáles son tus expectativas económicas? Aquí puedes intentar responder con una pregunta del tipo: ¿cuánto gana un nuevo empleado en esta empresa? Pero quizás no obtengas respuesta. Por eso conviene ir a la entrevista habiéndote informado de cuál es el salario habitual del puesto de trabajo al que estás postulando.