Las salidas profesionales para los licenciados en Químicas son numerosas y se encuadran en distintos ámbitos: la docencia, la investigación, la industria y las administraciones públicas.
Los licenciados en Químicas pueden, con una formación complementaria que los prepare para la docencia, dedicarse a las enseñanzas medias (ESO, formación profesional y bachillerato), a la universitaria, y a la formación en empresas.
Normalmente, los docentes universitarios desarrollan a su vez un trabajo de investigación en la universidad, esto forma parte de la dualidad de la vida académica que suele comenzar con la escritura de una tesis para la obtención de un doctorado. Así el investigador académico se dedica a la programación y desarrollo de proyectos de investigación, a la participación en proyectos de investigación y a la dirección de tesis doctorales. Pero los químicos también pueden dedicarse a la investigación sin ser docentes, desarrollando sus carreras como personal investigador en departamentos de I+D (investigación y desarrollo) de instituciones públicas, centros tecnológicos, parques científicos o en empresas privadas.
También son reclamados los licenciados en Químicas en sectores industriales muy variados como la industria farmacéutica, textil, agrícola, papelera, metalúrgica, petroquímica, en la síntesis y desarrollo de nuevos materiales, desarrollo de productos y procesos, y en departamentos de control de calidad. Esta última labor también puede ser desarrollarda en las administraciones públicas, pero no es la única. Los químicos pueden trabajar para la administración del Estado en distintas instituciones: son necesarios en los laboratorios de aduanas, de obras públicas, en servicios de protección al medio ambiente encargándose del análisis del agua y el control medioambiental, en hospitales, en la policía científica, institutos de consumo, y un largo etcétera.