Si quieres tener éxito al solicitar un empleo, es imprescindible que te informes sobre a qué se dedica la empresa a la que te presentas como postulante para poder ofrecerte de la manera adecuada para parecerles interesante. Informándote acerca del trabajo que desarrolla esa empresa y de su filosofía empresarial, podrás comprender qué perfil es el que busca para sus empleados.
Acompaña tu currículum, escrito de manera clara y concisa, con una buena carta de presentación destacando las cualidades que crees que valorará esa empresa. En el currículum vítae no debes mentir pero puedes maquillarlo un poco, por ejemplo evitando dejar periodos en blanco que dan mala imagen, modificando las fechas. Sobre todo no exageres o te pillarán.
Si tu vida laboral ha sido muy larga y has trabajo en distintas ocupaciones, omite aquéllas de menos interés para el puesto al que te presentas. El currículum vítae no debe tener una extensión mayor de dos folios. Además, si la empresa no solicita expresamente la inclusión de una fotografía, puedes omitirla si crees que te beneficiará.
Cuida la expresión lingüística y revisa que no hayas cometido errores ortográficos tanto en la carta de presentación como en el currículo. Utiliza un lenguaje sencillo pero correcto, eludiendo el uso de tecnicismos a la hora de describir tus antiguas funciones, porque quizás dificulte la lectura para el personal de recursos humanos que lo leerá.
A muchas de las empresas le interesan tus aficiones porque en qué ocupas tu ocio dice mucho de ti, así que puedes incluirlas en tu carta de presentación.