Trucos para preparar una exposición oral y evitar los nervios

La clave para no estar nervioso ante una exposición oral es llevarla bien preparada. Si estás seguro de que lo tienes todo controlado ni siquiera necesitarás una tila.

No es necesario que te sepas de memoria qué es lo que vas a decir palabra por palabra, de hecho daría muy mala imagen. Sólo necesitas tener claro qué quieres decir, para lo que ayuda preparar un guión, que puedes tener delante o no en tu exposición oral.

El guión debe contener sólo los puntos claves de tu argumentación, pero también puedes apuntar las fechas, nombres y otros datos concretos que puedas necesitar, para no deslizar errores en tu discurso.

No llevar la exposición redactada, ni habértela aprendido de memoria palabra por palabra, te ayudará a mantener un ritmo pausado al hablar, pues tendrás que pensar al mismo tiempo que expones lo que quieres decir. Hablar demasiado rápido es uno de los fallos más comunes propiciado por los nervios al hacer una exposición oral.

Practica antes tu exposición oral, controlando el tiempo que te lleva acabarla y quizás grabándote para escucharte a ti mismo. Grabarte y escucharte te ayudará a encontrar cuáles son tus errores para corregirlos.

Presta atención a tu dicción. No fuerces un acento neutro, pero está bien intentar suavizar el propio si es muy marcado para una mejor comprensión de tus oyentes.

Seguir una exposición oral a veces no es tarea fácil, es sencillo distraerse y perderse. Es conveniente ofrecer a los que nos escuchan una ayuda visual para no perder el hilo.

Sobre el artículo

Categorias: Profesiones
Ultima modificación: 07/12/2012