Por sus mismas características, el bar es un lugar perfecto para conocer personas y, por qué no, ligarte a una de ellas. Lo que necesitas es sutileza y capacidad de observación. Intentar ligarte a una persona que luce un anillo de compromiso es una pérdida de tiempo, aún si se encuentra a sola. Así que afina tu mirada.
Lo recomendable es “atacar” de igual a igual. Si estás solo no te acerques a una mesa de chicas porque si no terminan rechazándote puedes terminar pagando toda la cuenta sin obtener nada a cambio. Mejor invítale, con la ayuda del mozo, una copa a esa persona que desde hace mucho rato observas que está sola y no parece esperar a nadie. Si acepta está diciendo que puedes sentarte a su lado y hacerle compañía.
Recuerda que todo entra por los ojos. El bar es una gran oportunidad de lucir tus mejores plumas. Pero no exageres ni lo eches a perder con tu conducta. Sé sobrio y conserva la tranquilidad. Diviértete sin querer llamar demasiado la atención.
También mide lo que bebes. Una conducta propia de los efectos del alcohol le puede dar el mensaje equivocado a esa persona que estaba interesándose por ti. No gesticules exageradamente ni alces la voz sin necesidad, y si fumas ten cuidado hacia dónde lanzas el humo. Tampoco escupas ni mires al resto de personas del sexo opuesto como fi fueran trofeos o pedazos de carne. Créeme que eso se nota y lo único que lograrás es rechazo.
Por último, al momento de ligarte a alguien, no seas demasiado insistente ni te atolondres al momento de escribir un número telefónico o una dirección de correo electrónico. Si despiertas confianza en los demás y te muestras afable e interesante es muy probable que tengas éxito esa noche.