Cuando nos sentimos atraídos hacia una amiga o compañera lo primero que ocupa nuestro pensamiento es la incógnita de saber si ella siente lo mismo por nosotros. Y si ella estría dispuesta a llevar esta amistad a otros términos tal como nosotros lo estamos.
Observa sus reacciones. Si ella te mira directamente a los ojos más tiempo de lo que consideras normal, o si descubres que ella te miraba mientras estabas atento o distraído observado en otra dirección. Es un indicio de que no te puede ver sólo como un amigo.
Observa dónde dirige sus manos. Si notas que constantemente pone su palma sobre tu brazo, si tiende a prolongar sus abrazos cuando se saludan, si al caminar por la calle lo hace muy cerca de tu cuerpo o llega a recargar su cabeza sobre tu brazo u hombro es una señal muy evidente de su atracción hacia ti.
Si notas que demuestra celos cuando te observa riendo con otras mujeres o notas que se acerca a ti para tratar de llamar tu atención y quizás hasta se involucra en la conversación con el fin de ser ella quien reciba esa atención que estás ofreciendo a tus demás amigas sin duda su atracción por ti es fuerte.
Si observas que últimamente te ha hecho sentir más importante en su vida; probablemente preguntándote qué harías tú al tomar ciertas decisiones para saber qué puede hacer ella o compartiéndote situaciones personales. Está dejándote entrar a un lugar donde un amigo difícilmente podría pasar.
Todas éstas son señales de que la línea divisoria entre un amigo y una pareja sentimental ya ha sido cruzada por la relación entre ustedes dos. Y será cuestión de tomar una decisión para hacerlo formal.