Si se tiene la mala fortuna de trabajar en un ambiente donde tus colegas tienen dedos de pegamento exclusivamente para la comida es útil tener algunos puntos en consideración:
Poner una picante salsa o chile disimulados entre la comida puede delatar al ladrón cuando se escuche que alguien comience a toser buscando un vaso con agua.
Haz combinaciones extrañas en tu sándwich, como mezclar sardinas con mermelada, carne de pollo con pastillas de menta. Seguramente tras el disgusto de probar algo tan poco apetitoso se rehusará a seguir robando tu comida.
Adultera tu comida; poner una pequeña dosis de laxante o somníferos entre los ingredientes de tu comida pueden delatar fácilmente al ladrón cuando no pueda salir del baño o esté dormido sobre su escritorio. Esto sirve únicamente si hay confianza entre los integrantes de la oficina, de otra forma, el ladrón puede enfadarse y denunciarte; qué ironía.
Si quieres ser más sofisticado, coloca una alarma en el paquete donde llevas tu comida y conéctala de manera tal que cuando el ladrón lo abra se active y alerte a todos de su lamentable condición.
También puedes colocar una cámara de video oculta donde colocas el paquete que porta tu comida, sin lugar a dudas será una evidencia contundente para una acusación y será motivo de vergüenza necesaria para evitar que el malhechor siga haciendo sus hambrientas fechorías.
Las opciones se limitan a tu propia imaginación, y lo que sea que hagas con el ladrón una vez que sea descubierto es una decisión tuya. ¡Mucha suerte en tu cazería!