Hay personas que desarrollan desde pequeños una cualidad para memorizar fácilmente textos o datos muy amplios; sin embargo no es el caso en la mayoría de las personas, y con el paso de la edad esta cualidad va disminuyendo.
Es esencial tener el buen hábito de la lectura, mientras más leamos desarrollaremos una mejor capacidad, no solamente de memorización sino de discernimiento, comprensión, análisis y ampliaremos muchas cualidades que nos servirán en distintos aspectos, tanto en las relaciones en el trabajo como en las personales.
La técnica más efectiva es el comprender lo que estamos leyendo, debemos leer una vez y entender la idea en lo general, ya que sabemos de qué se trata lo que estamos leyendo debemos volver a leer para profundizar en la idea, es en esta parte donde comenzamos a memorizar o mejor dicho a razonar y comprender lo que estamos leyendo; después de esta segunda lectura podemos volverlo a hacer rápidamente una tercera vez y terminar de entender a detalle el texto en específico.
Hay algunas personas que pueden memorizar fácilmente un texto si lo transcriben, si lo leen en voz alta o si lo escuchan leído por alguien más. Después de transcribirlo o escucharlo es recomendable escribir lo que entendimos de ello de manera general sin observar el texto. Ésta será la forma cómo la idea del texto se afianzará en nuestra memoria.
En ocasiones es útil el relacionar las ideas con una palabra en específico, esa palabra será una especie de clave que nosotros descifraremos para recordar la idea en lo general. Un ejemplo puede ser, en el siguiente texto: “La República Mexicana está situada entre el Océano Pacífico y el Golfo de México”. Podemos tomar la parte “mex” de la palabra “México”, después “paci” de la palabra “Pacífico” y después “gol” de la palabra “Golfo”. De esta manera tenemos la palabra “mexpacigol” que podemos memorizar más fácilmente y ella nos dará la pista para recordar la idea general.