Qué significa mi apellido

Bien, el apellido es el nombre antroponímico que designa a una familia. Su uso es muy antiguo, y siempre ha aparecido en culturas con grandes poblaciones en las que usar tan sólo el nombre de pila podía resultar confuso o poco práctico. Al igual que el nombre de pila, un apellido podía referirse en su origen a algún rasgo o atributo, lugar de origen, parentesco u ocupación. Y también como ha pasado con los nombres, la mayor parte de estos significados se han ido perdiendo con el tiempo.

En la cultura hispanohablante predominan los apellidos de origen español, cuyos orígenes responden a muchas causas. Existen un gran número de apellidos toponímicos, que designan un lugar de procedencia, como Burgos, Linares o Saldaña, aunque en comunidades pequeñas surgieron apellidos que señalaban determinados emplazamientos del lugar, de ahí apellidos como Corral, Olmos o Del Río. También existen apellidos de origen gentilicio, como Catalán o Navarro.

Muy abundantes son también los apellidos patronímicos, aquellos que se refieren al origen familiar del individuo mediante el nombre del padre. En muchas culturas ha sido muy común referirse a alguien como “hijo de”. Muchos apellidos de nombres bautismales como Marcos o Juan se deben a esta costumbre, ya que en su día los antepasados de quienes lleven este apellido probablemente fueran conocidos como “el hijo de Marcos” o “el hijo de Juan”. En la Edad Media comenzó a usarse en España el sufijo –ez, que significaba también “hijo de”. De ahí que el apellido Martínez, por ejemplo, signifique “hijo de Martín”.

También existe un grupo de apellidos que denominan un oficio, ya que era normal que los oficios fueran hereditarios y pasaran de padres a hijos. Estos apellidos no sólo tienen su origen en oficios humildes como Zapatero o Sastre, también los hay que designan títulos eclesiásticos y nobiliarios (Sacristán, Conde).

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Categorias: Personal
Ultima modificación: 07/02/2013