Hay pocas cosas tan emocionantes como el nacimiento de un hijo. Para poderse preparar para los primeros días, o semanas de la vida del recién nacido, necesitas hablar con tu jefe en tu trabajo respecto a pedir la baja por paternidad.
Muchas compañías están aseguradas para esta ocasión, y dan el derecho a los empleados de abandonar sus trabajos hasta por doce semanas sin sueldo por el nacimiento de un hijo o por la necesidad de cuidar a un miembro de la familia enfermo. Algunas empresas ofrecen un sueldo durante este permiso con la condición de que el trabajador regrese en menos tiempo.
Para saber cuál es la opción que aplica en tu caso, debes observar el libreto del empleado y determinar las opciones disponibles. Si los beneficios de la compañía no cumplen tus necesidades, tiene la opción de revisar los planes de vacaciones y de descanso por enfermedad. Es posible que al juntar estos beneficios, haciendo una combinación, se pueda imitar una baja por paternidad. Por ejemplo, podría ser posible tomar una semana cada mes durante algunos meses continuos o hasta trabajar únicamente medio tiempo durante las primeras semanas después del nacimiento de tu hijo.
Una buena opción es hablar directamente con el supervisor o con alguna persona de recursos humanos y discutir los pros y los contras de las opciones disponibles. Recuerda que una baja por paternidad se trata de enfocarse en el nuevo bebé, así que no tendría sentido preocuparse por la carga de trabajo durante este tiempo. Y también debes hablar acerca de las preocupaciones que pueda tener respecto a tu ausencia para intentar cubrir tu trabajo mientras tanto.
De la misma manera es necesario proporcionar la información a todos los compañeros para que puedan sustituir tu labor mientras no te encuentras. Lo mejor es tratar de completar todo el trabajo posible antes de que pidas tu baja por paternidad y abandonar tu lugar de trabajo dejando toda la información posible para aquellos que se encarguen de tu trabajo.