Te has propuesto una tarea de las más difíciles pero, claro, luego de emprender ésta cualquier otra la ganarás de antemano. Lo importante será que nunca pierdas de vista que lo bueno requiere un buen esfuerzo y es que Cristiano no sólo es uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo sino que es sumamente consciente de ello y lo hace saber. Deberás potenciar su ego o combatirlo a muerte si quieres atravesar ese muro.
Muchas han hablados de las dotes y cualidades del joven deportista, lo cierto es que para comenzar, todas se han tomado el tiempo de hacerlo porque, a veces, hasta aparenta ser parte de su trabajo. De modo que, si temes ser la primera novia profesional de Ronaldo y tu trabajo es demasiado convencional, deja tus estudios y carrera y pásate al ámbito de los medios. Esto te garantizará ir adquiriendo paulatinamente la actitud y los hábitos que caracterizan a este tipo de despampanantes mujeres.
Si todavía no has dedicado suficiente tiempo al deporte, aprovecha el que quedó libre al dejar tu trabajo y comienza a ponerle horas de esfuerzo, principalmente, al área del busto y los glúteos. Si aún así, no lo logras, no dudes en recurrir a métodos un tanto más drásticos, no lucir natural será un detalle que se perderá en la multitud. No dejes de hacer ejercicios que contribuyan a mantener tu figura perfectamente erguida, detalle esencial para no pasar por alto a ninguna mirada. Por lo demás, los altísimos tacos de los que nunca deberás bajarte, los pantalones perfectamente ajustados, los escotes interminables, las gafas de sol, los brillos… Harán el resto.
Asegúrate de no salir nunca de improviso: incluso para hacer las compras, debes lucir como una irrefrenable dosis de infarto inyectado por los ojos directamente a las venas y corazón de cualquier mirón al paso. Una vez que te hayas cargado varias muertes a tus espaldas, lo único que te queda hacer es comenzar a frecuentar los lugares top de Madrid, ya sean restaurantes o comercios de indumentaria masculina, para encontrar a la pasada a tu objetivo y convertirlo en la nueva víctimas de tus deslumbrantes andanzas.