Debes comenzar por preguntarte cuál es la idea principal. Delimita los componentes claves de la idea y el objetivo final del discurso. Debe resultar algo como:
Idea principal: ¿Cuál es la idea principal que quiero transmitir?
Propósito: ¿Qué quiero que la gente aprenda de mi discurso?
Esto debe ser sencillo; la gente por lo regular entiende dos o tres puntos clave y por ello es mejor realizar un discurso que resulte claro y bien estructurado con un par de puntos simples en vez de un discurso largo que pueda confundir a las personas.
Incluyen los tres elementos básicos en tu discurso.
Introducción: un resumen de los puntos que quieres transmitir. Esto es lo que atrae la atención desde el principio y establece el tono del discurso. Si desde el principio comienzas con una introducción muy amplia o con una introducción confusa, la gente comenzará a reducir su atención.
La introducción debe ser interesante, directa y no muy extensa. Tu voz debe sonar convincente, clara y audible, son los elementos que captarán la atención desde el comienzo.
La sección central: debe discutir tus ideas principales. Enfócate a un par de puntos para realizar un discurso de 10 minutos. Por ejemplo: qué es la música latina, por qué me gusta, los beneficios que obtengo por bailarla y algunos posibles inconvenientes.
En esos puntos debes definir subtemas: qué es la música latina; es un género musical proveniente de diversas regiones de América Latina; incluye la salsa, el tango, el mariachi, etc.; algunos de estos géneros son mundialmente conocidos.
Finalmente se llega a la conclusión. Esta debe englobar los puntos claves y servir como un recordatorio de lo que acabas de hablar.