Cuando los ciudadanos quieren participar en el proceso de recogida selectiva de los residuos y de esa forma colaborar con la protección del medio ambiente y minimizar el impacto de nuestra huella ecológica, las corporaciones muncipales y otras instituciones deben proporcionar una infraestructura adecuada para que se puedan realizar estas acciones.
El ayuntamiento de Barcelona y su área de Medio ambiente han diseñado una política de recogida selectiva de residuos en la que se establecen cinco tipo de contenedores y el establecimiento de puntos verdes. Estos últimos son los lugares especialmente indicados para depositar aquellos elementos que por sus características no pueden integrarse en la cadena de reciclaje o deben ser objeto de políticas de procesado específicas.
Allí podemos llevar tanto elementos reutilizables, como tóneres, botellas de cava, calzados, etcétera, como también residuos reciclables (chatarra, electrónica, aceites,…) o residuos especiales (pilas, baterías, fluorescentes, aerosoles,…).
La red de puntos verdes se distribuye de forma adecuada para que tanto los barrios como los centros escolares tengan a su disposición la posibilidad de procesar estos elementos de forma adecuada y sensibilizar al mismo tiempo a los escolares y sus familiares. Hay un folleto especialmente confeccionado para conocer el emplazamiento de cada uno de estos lugares, que podemos descargar de forma gratuita accediendo al enlace siguiente:
Es muy interesante destacar que si todos participamos de estas iniciativas, permitiremos dar una nueva vida a objetos que permanecen a nuestro alcance, en desuso y ocupando espacio en nuestros hogares, de forma que permitiremos que pasen de nuevo a ser materias primas y reduciendo el impacto ambiental de su fabricación.