Terminada la Universidad hay que encontrar un empleo o conseguir una beca, y para ello nada mejor que poder presentar una carta de recomendación de la Universidad respaldando oficialmente nuestra, con su valor en función del prestigio del firmante.
Una carta de recomendación es básicamente un documento mediante el cual una persona o institución expone un alto nivel de satisfacción con el trabajo de un alumno. La excelencia universitaria se puede demostrar presentando varias cartas de recomendación, pero dado que los docentes no suelen redactarlas sin haber sido específicamente solicitadas, conviene saber cómo y a quién pedirlas.
En este asunto hay que recordar que cuántos más cargos y méritos posea el firmante de la carta, más valor tendrá. Por ello, es adecuado buscar profesores con un alto nivel académico o catedráticos de prestigio. Consultando la biblioteca de la Universidad podemos comprobar las publicaciones de cada catedrático y medir así su prestigio académico. Si encontramos varios candidatos adecuados podemos pedir diferentes cartas de recomendación en función del puesto que deseemos obtener.
Siempre será mejor pedir una carta de recomendación a un profesor de confianza o con quien se tenga buena relación. Por ello durante el curso resulta conveniente asistir a las tutorías y resolver nuestras dudas demostrando así ser responsables y aplicados.
Muchos de los profesores participan en proyectos de investigación cuya temática y avance exponen en la página web del departamento al que están adscritos. Si localizáramos un proyecto cuya temática fuera de nuestro agrado podría ser conveniente el plantearse unirse al equipo de investigación. Si se trabaja con interés y esfuerzo por aprender y mejorar, se obtendrá respuesta positiva al solicitar dichas cartas a los responsables del proyecto.
Siguiendo estos consejos además de mejorar nuestro currículum veremos que resultará muy fácil conseguir cartas de recomendación.