Elige un tema relevante. Uno en el que seguramente se interesen tus compañeros. Selecciona un tema que tenga relevancia para ellos, será muy poco probable que estén dispuestos a escucharte y se distraían después de un par de párrafos si tu tema es irrelevante para sus intereses.
Haz que tus compañeros se sientan atraídos hacia ti. Toma en cuenta lo que conoces acerca de ellos y piensa cómo puedes hacer que ese conocimiento te ayude para llegar a ellos de manera más efectiva. Por ejemplo, si sabes que a la mayoría de tus compañeros les agrada la pizza, integra esta idea a tu discurso en alguna parte, de esta manera ellos se sentirán conectados con tu discurso y sabrán que les estás hablando directamente.
Usa un lenguaje formal pero bastante comprensible. Si quieres hacer que tu discurso luzca refinado, no uses un lenguaje que resulte poco propio para tu audiencia y termines perdiendo su atención. Usa palabras que creas que tus compañeros entenderán.
Proporciona apoyo. Recuérdale a tus compañeros que estás de su lado y que tienes confianza en sus habilidades para tener éxito. Estas opiniones positivas pueden alentar a algunos de ellos para continuar dando todo de sí en sus estudios sin importar que de vez en cuando se sientan frustrados.
Elige argumentos convincentes para influenciar a tus compañeros. Selecciona un número de argumentos que creas que le agradarán a tus compañeros. Utilizando más de un respaldo para tu posición, incrementarás las probabilidades de que tus compañeros estén de acuerdo contigo y tendrás más éxito para convencerlos.