Las habilidades de aprendizaje difieren de un niño a otro. Algunos estudiantes aprenden fácilmente de manera visual, por lo tanto sus principales habilidades involucran actividades como la lectura. Otros poseen habilidades auditivas, y estos niños aprenden de mejor manera escuchando por ejemplo, audiolibros y canciones. También existen aquéllos que tienen habilidades cinestéticas, lo que quiere decir que aprenden fácilmente con proyectos que involucren sus manos.
Hay que analizar cuidadosamente las aptitudes de aprendizaje de los niños completando un cuestionario que es diseñado por adultos. Un ejemplo del tipo de preguntas es: “¿de qué manera participa el niño en los proyectos de estudio grupales; a través de la investigación en una biblioteca o siendo voluntario en una presentación oral?” Las respuestas se cuantifican para tener una idea de las habilidades del niño. Un ejemplo de este tipo de cuestionarios se encuentra en Scholastics.com
También se les puede aplicar el cuestionario VARK. En este tipo de cuestionarios el niño responde preguntas tales como, “¿cómo planearía una fiesta sorpresa; por ejemplo, hablando al respecto en el teléfono o haciendo una lista de las cosas por hacer?” La cuantificación de los resultados arroja los puntos fuertes en el aprendizaje del niño.
También es indispensable observar al niño en una situación de aprendizaje y, por ejemplo, durante una clase que involucre las letras del alfabeto. Se debe observar de qué manera tiene éxito el niño; por ejemplo, si lo encuentra formando letras con plastilina, el niño puede tener habilidades cinestéticas; si lo hace mediante el sonido de las letras, el niño puede inclinarse hacia las habilidades auditivas.