Si bien existe alguna relación entre el Trastorno de Hiperactividad con Déficit de Atención (TDAH) y los niños superdotados, no hay ninguna relación causal o alguna correlación particular que se haya establecido entre el TDAH y los niños superdotados. La asociación entre estos dos conceptos por lo general está mayormente enfocada en un mal diagnóstico de uno o del otro, especialmente en cuanto a los niños superdotados que son diagnosticados incorrectamente con TDAH. Esto es debido a que hay un gran número de similitudes vistas entre los niños con TDAH y los niños superdotados. Desde mediados hasta finales de los años 90 y a partir del dramático incremento en el diagnóstico de TDAH en niños, ha crecido el interés en asegurarse que este desorden sea diagnosticado adecuadamente.
El TDAH es un desorden que por lo regular se asocia a los niños que tienen problemas para enfocarse en las labores, especialmente en el salón de clases, y quienes pueden necesitar ayuda en cuanto al aprendizaje para lograr concentración. Esta falta de atención frecuentemente se manifiesta por sí misma como una conducta destructiva en el salón de clases que hace que el proceso de aprendizaje para otros estudiantes así como para el niño con TDAH se dificulte. Los niños superdotados son niños que por lo regular son considerados especialmente inteligentes y capaces de aprender cualquier cuestión más rápidamente que otros estudiantes. Esto frecuentemente pone a estos niños en una posición de aburrimiento en un salón de clases promedio y por lo regular los conduce a actuar de forma que se diviertan.
Lo anterior frecuentemente lleva a realizar malos diagnósticos, puesto que un estudiante que no se enfoca en una tarea en el salón de clases puede diagnosticarse, en principio, con TDAH o como uno superdotado.