Leer la mente ha supuesto un reto para muchos psíquicos y es el sueño de muchas personas. Existen multitud de técnicas para facilitar la lectura de la mente de otras personas aunque no se ha podido demostrar que sean realmente factibles.
El primer paso es mentalizarse de nuestra capacidad y forjar autoconfianza. Las personas que están convencidas de que pueden leer la mente de los demás ya cuentan con la importante ventaja que les proporciona su propia seguridad en si mismos.
Para iniciarse se pueden realizar ejercicios de entrenamiento con sencillos sistemas de adivinar conceptos sencillos y muy visuales. Uno debe concentrarse en la imagen del animal elegido, visualizándolo intensamente, imaginando escenas de la vida natural de ese animal. La otra persona debe concentrarse en intentar captar esos pensamientos y acertar el animal. Estos ejercicios se deben efectuar en un ambiente silencioso y con luz escasa, para facilitar la concentración de ambos.
Estos ejercicios básicos se deben repetir muchas veces, para acercarse al buen nivel de concentración, hasta conseguir un número de aciertos significativo, que no pueda ser atribuido a la simple casualidad. Conviene ir anotando en una estadística los resultados que se van obteniendo.
Otro ejercicio muy interesante para practicar la lectura de la mente consiste en que una persona dibuje en un papel una figura geométrica o una forma sencilla, y la vaya repasando por encima para reforzar los trazos, mientras procura visualizar la figura completa en su mente. La otra persona se situará de espaldas, para no ver los movimientos de su compañero, y procederá a realizar suaves trazos en un papel en blanco, intentando que estos trazos cojan la forma que la otra persona está visualizando. Se debe practicar repetidamente hasta conseguir un número suficiente de aciertos.