Las primeras ciudades de China aparecieron en la zona norte del país aproximadamente sobre el 3000 a. C. en torno al río Amarillo. Se piensa pues que la primera dinastía fue la del emperador Amarillo Huangdi y que gobernó durante cuatro siglos desde el 2200 a. C.
Sin embargo no se tiene documentación sobre este rey y no se sabe si fue una leyenda o fue real por lo que se considera a la posterior casa la casa Shang también llamada Yin, como la primera dinastía real de China. Esta dinastía unificó las diferentes ciudades-estado que estaban enfrentadas a lo largo del río Amarillo. Esta dinastía también se pensaba que era una leyenda pero no fue hasta el año 1920 en la que se encontraron unos huesos en los que se encontraban grabados los registros de la dinastía.
La dinastía Shang gobernó durante más de seis siglos el norte de China concretamente desde el año 1766 a. C. al 1046 a. C. Su capital era la ciudad de Anyang y basaba su economía en la agricultura, la ganadería y la pesca. Esta dinastía cultivó la seda y fue la primera en utilizar el cobre como moneda de pago.
Bajo esta dinastía se realizaron estudios de astrología con los que predecían la llegada de las estaciones y dividieron el año en 12 meses. Además, cabe destacar que desarrollaron los primeros trazos de la caligrafía china en los que cada pictograma representaba una palabra.
Posteriormente a la dinastía Yin le siguió la dinastía Zhou que sería la última dinastía con reyes antes de instaurarse las dinastías imperiales.