El imperio persa hace referencia a una región histórica de Oriente Medio que se corresponde con la actual Irán.
Antes del primer imperio persa debemos ponernos en la situación de que Oriente Medio estaba sumido en guerra. El conflicto estaba provocado por los asirios que no cesaban de atacar, saquear y matar en cada una de las incursiones que realizaban. Esta situación se repitió durante bastante tiempo hasta que las tribus que estaban bajo la amenaza de los asirios se aliaron y formaron un ejército para enfrentarse a ellos. A pesar de acabar con los asirios en el 610 a. C. y que no supusieran una amenaza no había un líder claro y se siguieron produciendo enfrentamientos internos pero no con la misma intensidad ni violencia.
No fue hasta el año 559 a. C. cuando se produce la expansión persa. Es en ese año cuando accede al trono de Persia Ciro. Con él en el trono se independizó de los medos y los conquistó posteriormente. Más tarde se dedicaría a expandir su reino por los territorios de Asia Central y luego a Asia Menor para conquistar posteriormente Babilonia, Egipto y llegar hasta Grecia donde fueron derrotados en varias ocasiones.
Los persas no tenían rivales en el campo de batalla dado el gran número de tropas con el que contaban las filas de sus ejércitos. Sólo se vieron superados por las tropas griegas por la superioridad en sus tácticas de combate. La caída del imperio persa vendría precisamente de manos de Grecia pues Filipo II y luego su hijo Alejandro Magno llevarían la guerra al propio territorio persa donde los diferentes territorios sucumbirían a manos de Alejandro.