Qué comían los mamuts

Los mamuts eran proboscídeos de gran tamaño, en algunos casos superiores a los elefantes modernos; su tamaño dependía de la especie, algunos sobrepasaban los cinco metros, mientras que otros medían entre uno y dos. Los mamuts probablemente tenían un peso de entre 6 y 8 toneladas, pero algunos machos excepcionalmente grandes podrían haber sobrepasado las 12 toneladas.

Los mamuts se caracterizaban principalmente por su cabeza abombada, probóscide musculosa y largos colmillos curvados. Las especies norteñas estaban recubiertas de pelo para soportar los fríos glaciares. Como en los elefantes actuales, la trompa de los mamuts era móvil y prensil y estaba muy bien adaptada para realizar movimientos precisos.

Los mamuts Comían partes de las plantas, como las hojas y la corteza de los árboles, en invierno, cuando la nieve cubría la hierba. La dificultad para masticar hierba hizo que estas bestias al igual que los elefantes desarrollasen dientes molares especializados.

La vasta región que se extendía desde el este de Europa, a través de Siberia hasta Alaska y el Yukón recibía el nombre de la estepa del mamut. La abundancia de hierba, forbias y lamiáceas creó un ecosistema de estepa especialmente favorable para los grandes mamíferos como el mamut. La flora del Pleistoceno era especialmente nutritiva debido a que el duro clima obligaba a la plantas a acumular fibras y carbohidratos para poder sobrevivir.

El mamut era herbívoro, con una dieta variada que comprendía desde pastos hasta coníferas. Se teoriza que el gigantesco animal, junto con los mastodontes y megaterios, se habrían alimentado de las frutas gigantes comunes en la Norteamérica y Centroamérica de entonces como los del naranjo de Osage, el árbol del café de Kentucky y la acacia de la miel, frutos que en la actualidad no tienen herbívoro suficientemente grande que los consuma.

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Categorias: Historia
Ultima modificación: 08/02/2013