El hombre soñó con volar durante cientos de años. La gente ha observado el siglo e imaginado las posibilidades de planear sobre la tierra desde los inicios de la historia humana. Estos sueños se volvieron realidad en el siglo XX. Desde sus humildes inicios, el desplazamiento por el aire se ha desarrollado en la forma más popular para recorrer grandes distancias en el mundo.
El primer vuelo en aeroplano se llevó a cabo en Carolina del Norte en 1903. Orville y Wilbur Wright fueron los hermanos innovadores que esperaron pilotear una máquina voladora por primera vez en la historia. Lo lograron la mañana de un diciembre cuando los hermanos tuvieron éxito al hacer despegar su aeroplano y volarlo una distancia de 120 pies. Orville estuvo a los controles durante 12 segundos de vuelo. Este fue el primer cimiento de un siglo de innovación aviadora.
Los diseños de aeroplanos mejoraron cuando se aproximaba la Primera Guerra Mundial. Se desarrollaron los biplanos tractores con motores más poderosos y hélices. Los aeroplanos pudieron volarse durante el combate como bombarderos, hostigadores y exploradores. Los legendarios combates se llevaron a cabo en los cielos con personajes tan famosos como el Barón Rojo, lo cual agregó más intriga al viaje aéreo.
Charles Lindbergh cambió permanentemente el concepto de viajar por el aire en 1927 cuando se volvió el primer hombre en cruzar el océano Atlántico en un aeroplano. Este vuelo trasatlántico llevó 33 horas y lo realizó a bordo de su avión Espíritu de San Luis. Logró realizar el viaje desde Nueva York hasta París. La hazaña de Lindbergh estableció a los aeroplanos como un modo legítimo de transportación para recorrer grandes distancias entre países y continentes.