Los sofistas eran una casta política de la Antigua Grecia que contaba con notable influencia entre la población de las polis ya que hacían un alarde de sabiduría y de inteligencia que aplicaban a casos prácticos de la vida cotidiana.
A diferencia de los filósofos, los sofistas no buscaban la verdad por medios metafísicos sino que buscaban el hacer más fácil la vida cotidiana con la aplicación del conocimiento que se poseía. Dicho de otras palabras buscaban por medio de la inteligencia y de la sabiduría solucionar los problemas que se les planteaban.
Esto como hemos comentado se vio durante años con buenos ojos por la sociedad griega de la época pero con el paso de los años los intereses fueron divergiendo y se centraron en la obtención de beneficios jerárquicos a toda costa llegando a degenerar la opinión pública con el fin de lograr los objetivos personales de los sofistas.
De esta forma, de ser un símbolo de la imagen de la preparación personal para superar los obstáculos se pasó a la idea de contar palabras vacías para lograr el fin deseado. Este es el motivo por el que la palabra sofista se emparejara frecuentemente con el término charlatán.
No obstante, en su estado primigenio la palabra quiere decir sabiduría y sabio ya que proviene de las palabras griegas sophia y sophos respectivamente siendo usado el término sofista a la persona que hacía uso de sus conocimientos para enseñar la sabiduría a sus discípulos, es decir, aquella persona que era capaz de usar su inteligencia para que otras personas aprendieran a utilizar la suya propia.