La palabra musulmán proviene del árabe muslim y significa aquel que está en estado de Islam, es decir, aquel que se entrega a la libre sumisión a la voluntad de Allah.
El mensaje del Islam es universal y cualquier persona que lo acepte se convierte directamente en musulmán. Existe la creencia incorrecta, por desconocimiento, que el Islam es solo una religión para los árabes pero en realidad más del 75% de los musulmanes no son de origen árabe. Esto se puede hacer visible en el hecho de que los primeros compañeros del profeta eran de origen persa, africano, bizantino o de otras razas. Prueba también de que el mensaje que profesa el Islam es universal.
Ser musulmán implica la aceptación total y obediencia activa a las enseñanzas y leyes reveladas por Allah. Hay que señalar que se tiene la creencia errada de que se adora a Mahoma al igual que los cristianos adoran a Jesús por el mero hecho de transmitir el mensaje de Dios. Sin embargo, el auténtico musulmán solo adora a Allah, toda aquella persona que considere a cualquier otra persona o deidad fuera del mismo no será considerado musulmán.
Dicha desinformación generalizada es la prueba hoy día que se considere a los musulmanes como personas violentas. El Islam solo profesa la paz, la concordia, la amplitud y el amor. No discrimina la enseñanza de otras religiones e incluye a personas de todas las razas, edades, sexo, jerarquía social, lugar de nacimiento… sin hacer ninguna discriminación o diferencia entre ellos.