Actividades para enseñar a los niños control de los impulsos

Un impulso es un acto cometido de forma inconsciente, la mayoría de las personas tendemos a tener impulsos cuando estamos enojados o viviendo un estado emocional complicado. Desde pequeños, los padres y profesores nos enseñan a controlar los impulsos para no causar daño físico o mental al resto de las personas.

Cuando un niño comienza a experimentar sentimientos de coraje tiene reacciones impulsivas, esto lo expresa rompiendo objetos dentro hogar o como sus juguetes y su ropa; otra reacción es intentar causarse daño a sí mismo tirándose en el suelo y golpeando el piso con los pies o llorando descontroladamente sin razón. Estas reacciones pueden desencadenarse después de experimentar coraje al no obtener lo que quiere. En el hogar estos impulsos intentan ser controlados con castigos o regaños, por ejemplo, privando al niño de su juguete preferido o prohibiéndole ver su programa de televisión favorito. Sin embargo en la mayoría de los casos, estas reprimendas sirven solamente para exacerbar el resentimiento del niño y no busca solución al origen del problema.

Lo más adecuado en estos casos es llevar al niño con un profesional en comportamiento infantil que nos oriente para implementar actividades que disminuyan estos impulsos. Una de los métodos que un profesional aconsejará es implementar un programa de premios, en donde el niño cada ves que realice una buena acción y que no tenga una reacción impulsiva al no obtener lo deseado se le otorgara un premio, estos premios deben de ser pequeños, por ejemplo una pequeña paleta de su elección, o un lapso de 10 minutos adicionales en el parque de diversiones o con su video juego favorito.

Sobre el artículo

Categorias: Psicologia
Ultima modificación: 11/15/2012