Dependiendo de la religión a la que pertenece la familia, el tipo de actividades que se proponga para los niños será distinta; por ejemplo, en religiones estrictas como la congregación Cristiana de los Testigos de Jehová, los niños están obligados a permanecer dentro del templo de oración, sin embargo en otras religiones como la cristiana o la católica, la diversión puede ser parte del aprendizaje religioso.
Dependiendo del momento en el que los niños estén en la iglesia la actividad será distinta; por ejemplo, en el catecismo, durante la misa, en una kermés o en un concierto. Durante el catecismo se les puede organizar un concurso en donde un grupo de 5 a 6 niños representen mediante una obra teatral algún tema bíblico, premiando a la mejor de las obras. Durante una kermés se pueden organizar concursos y rifas donde el ganador sea el que demuestre algún tipo de conocimiento religioso aprendido durante las clases de catecismo. En el momento de la misa es un poco más complicado tener actividades divertidas, ya que la misa tiene protocolos que deben respetarse solemnemente; sin embargo algunos sacerdotes formulan preguntas dentro de la misa y eligen a los niños para que las conteste, ganando de esta manera algún obsequio pequeño como un amuleto religioso o una flor para las niñas. Por ello, al iniciar la misa se debe tratar de convencer a los niños para que sean atentos y de esa manera reciban obsequios cuando el sacerdote les haga preguntas acerca de lo que dijo tras la lectura del Evangelio. Todas estas actividades son importantes, ya que al realizarlas se motiva a los niños a seguir un camino apegado a la fe y la religión.