Cómo me puedo hacer el matón

 

Si estás cansado de andarte paseando por la escuela y observar únicamente a un montón de estudiosos corriendo de aquí para allá, sin duda necesitas una manera de liberar toda esa furia en tu interior que crece y crece. ¿Nunca has sentido que tus manos están hechas para ejercer el poder?

Si tu respuesta es sí, las posibilidades de que te conviertas en un matón son muy elevadas. He aquí algunas ventajas de tomar la decisión y convertirte en lo que la vida espera de ti:

  • Por fin obtener el respeto que mereces.
  • Liberar tu estrés.
  • Recibir atención, aunque sea para regañarte, por parte de tus padres y tus profesores.
  • Menos tareas.
  • Dinero extra para el almuerzo en la escuela.
  • La habilidad para administrar moretones.

Para poder disfrutar de éstas y otras delicias de las que goza un matón, tan sólo sigue los siguientes pasos:

Con suerte, tus padres son un par de ebrios divorciados que tienen muchas cosas en qué gastar su vida como para darte la disciplina y la atención que mereces. Gracias a esa falta de apropiada educación y valores, el ambiente en el que vives es ideal para nutrir los sentimientos de furia y abandono que caracterizan a los mejores matones.

Por otro lado, si te tocó vivir en un hogar lleno de cariño con formidables valores morales, entonces no tienes mucho que hacer. Pero, puedes mejorar tus posibilidades de ser un buen matón encontrando otras maneras de aprender a no controlar tu furia. Por ejemplo:

  • Observar películas de violencia.
  • Escuchar hip-hop no comercial.
  • Unirte a una pandilla.

Ser un matón no es fácil. Por el contrario, es un trabajo extenuante y poco valorado que resulta en la pérdida de amigos y en la soledad. Por lo tanto, los mejores matones realizan su trabajo por el puro amor al arte. Así que si no te nace desde el fondo de tu corazón convertirte en un matón, probablemente no dures mucho siendo uno.

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Categorias: Psicologia
Ultima modificación: 03/04/2013