En muchas ocasiones los problemas familiares tienen su origen en la forma en que nos comunicamos con los demás, lo que generalmente pasa inadvertido o es dado por hecho. Una buena comunicación no implica solamente hablar, sino cómo lo hacemos. Por eso es importante conocer cuales son los tipos de comunicación más recurrentes en las familias, para poder identificarlos en caso de que sin querer estemos comunicándonos ineficazmente, y tener la posibilidad de corregir esto a tiempo.
Uno de los tipos de Comunicación es la Afectiva, en la que generalmente pueden expresarse las emociones sin dar necesariamente una información más detallada sobre las mismas. Estos pueden ir desde gestos corporales, abrazos, regalos, entre muchas otras formas que sirven para afianzar la intimidad y confianza entre las personas, en especial si estos gestos son positivos.
La Comunicación Instrumental es la forma de comunicación en la que se utilizan notas, listas de quehaceres, calendario de actividades, entre otras cosas para ayudar a dinamizar las actividades familiares y evitar posibles olvidos que pueden resultar en discusiones incómodas.
El estilo de Comunicación Dominante es aquel que se usa en situaciones de urgencia, en las que la necesidad de informar sobre una situación es imperante y los destinatarios necesitan conocerla a la brevedad posible. En la familia, este tipo de comunicación debe ser utilizada solamente en situaciones específicas y no todo el tiempo.
La Comunicación de bajo tenor o Bajo Dominio, puede haber intercambio de ideas durante el flujo de información entre las partes. Este tipo de comunicación es el generalmente utilizado en la comunicación familiar.