El decimosegundo apóstol de Jesús de Nazaret se llamaba Judas Iscariote, según el nuevo testamento, Judas nació en un pequeño poblado al sur de Judea, de joven se vio atraído por la obra de Juan Bautista y se dedico a la predicación, actividad que repudiaban sus padres, ya que ellos eran saduceos.
Cuando se unió al resto de los apóstoles, era tal vez el más instruido de ellos y un pensador muy inteligente, sin embargo no poseía buenos modales y pareciera tener varios problemas consigo mismo. Debido a su notable inteligencia, Judas fue nombrado por Andrés como tesorero del grupo, actividad que desarrolló con gran eficacia, fidelidad y honestidad, hasta el momento de traicionar al maestro Jesús.
Judas era el único apóstol que se atrevía a decir que Jesús no era el hombre perfecto e incluso un par de veces se atrevió a criticar sus acciones, ya que pensaba que tenía miedo a proclamar su autoridad y poder.
Jesús desde un principio sabía el problema que representaría admitir a alguien como Judas Iscariote dentro del grupo, ya que poseía muchas debilidades, sin embargo Él lo llamaba una aventura de fe. Debido a un sinnúmero de desilusiones, fracasos e injusticias en la vida de Judas, acumuló rencor y coraje, que finalmente se reflejaron en un acto de traición.
Esta traición fue hacia su propio maestro, ya que lo entregó a sus perseguidores, que terminaron con su vida por un par de monedas, acto que le produjo un arrepentimiento profundo, ya que después de este acto él mismo termino con su vida. Dentro de la Biblia se narra que este acto fue planeado por Satanás y fue él quien tentó a Judas.