Cómo aplicar una crema anticelulítica

La sacudiría oriental nos ha brindado un gran legado: el cuerpo es el templo del alma. De aquí podemos entender cómo su cuidado no es un mero pasatiempo o una preocupación superflua sino un hábito cotidiano íntimamente ligado al bienestar y la felicidad. Llevar una vida sana fundada en una alimentación balanceada combinada con ejercitación física no sólo ayudará al cuidado corporal sino a la elevación del espíritu que en su materia reside, imprimiendo en él sus huellas.

El inevitable paso del tiempo y el aceleramiento propio del ritmo de vida actual hace que descuidemos sin quererlo hábitos tan básicos como los mencionados. La aparición temprana de celulitis es un problema que aqueja a la mayor parte de la población femenina. Su prevención y tratamiento no ha dejado de ser por ello el foco de siempre novedosas investigaciones. Éstas han puesto a nuestro alcance una amplia gama de productos desarrollados específicamente para este trastorno corporal pero su correcta aplicación no ha sido aún bien difundida y es en ella en la que reside la diferencia en los resultados obtenidos.

Dado que se trata de un tratamiento para un problema que una vez presente parece haber llegado para quedarse, es imprescindible ser constante si se quieren obtener buenos resultados. Las cremas anticelulíticas deben ser aplicadas entonces todos los días sin importar la fecha del año en que se comience el tratamiento: el desesperarse al notar la cercanía de las temporadas calurosas que vienen a despojar las ropas y dejar al descubierto este tipo de problemáticas no ayudará demasiado.

Además de la constancia, es necesario adquirir el hábito de exfoliar la piel al menos una vez por semana. Esto permitirá remover células muertas ayudando a la renovación de los componentes propios de la dermis que se encontrará mejor preparada para absorber los nutrientes que la crema anticelulítica le otorgará. Siempre debes colocarla con la piel seca y limpia, por lo que lo ideal es hacerlo luego del baño diario.

El modo específico de colocación de toda crema, sea cual fuere la parte del cuerpo a tratar, es realizando un masaje que ayude a la penetración de la misma con movimientos que activen la circulación sanguínea. Éstos deben ser realizados enérgicamente, en dirección circular, hacia el corazón y siempre comenzando desde abajo hacia arriba, cómo si quisiéramos transmitir con la potencia de nuestras manos el mandato al cuerpo de no dejarse llevar por la imperativa ley de la gravedad.

 

Sobre el artículo

Categorias: Belleza
Ultima modificación: 07/20/2012