Cómo hacer que el moreno del verano aguante más tiempo

Ya te hemos pasado las claves para conseguir el protector solar más adecuado para tu tipo de piel y uso particular. No debes pasar nunca por alto estos detalles, porque son la primera clave para garantizar un bronceado duradero.

La mejor forma de lograrlo requiere constancia y paciencia, pero vale la pena. Recuerda que existen cuatro tipos de piel o fototipos según su tonalidad – blanca, rojiza, clara u oscura- y cómo reaccione a la exposición a radiaciones solares. Los protectores también se ofrecen de cuatro tipos de factor de protección solar, acordes a cada tipo de piel. Lo ideal es comenzar por adquirir, además del protector solar adecuado para tu tipo de piel, uno de protección más alta y uno de protección más baja.

Comienza por utilizar el protector con factor solar más alto las horas de niveles de radiación solar más crítica, es decir, en el período que va entre las once y diecisiete horas. El resto del tiempo, utiliza el factor adecuado a tu tipo de piel. Protégete de este modo durante un tiempo y, una vez que notes que tu piel se ha bronceado y se resiste a nuevas quemaduras, comienza a utilizar sólo el protector adecuado a tu tipo de piel. Continúa su uso durante un tiempo más, aproximadamente el doble del que has utilizado la anterior combinación. Sólo una vez que tu piel se encuentre completamente bronceada y comience, una vez más a resistirle a las quemaduras, comienza a utilizar en las horas de la tarde posteriores a las 17 horas el protector de factor menor al correspondiente a tu tipo de piel. Por último, ve alternándolos también durante de las horas de la mañana.

Sin dudas se trata de un método que requiere constancia y, sobre todo, largos períodos de exposición solar. Seguir este método es ideal para aquellas personas que viven, pasan la temporada  o trabajan en lugares de alta exposición solar. Lo importante es que, si bien permitirás a tu piel adquirir un bronceado marcado, nunca la descuidarás. Recuerda que, a pesar de que suene tentador por la rapidez de sus efectos, nunca debes exponerte al sol sin protección y, mucho menos, en las horas pico ya mencionadas. Si tienes suerte y no terminas como un camaleón, lo que único conseguirás de este modo es maltratar tu piel, arrebatar el bronceado y lucirlo sólo por unos días, ya que este tipo de exposición no permite a los rayos ultravioletas penetrar en las capas más profundas de la piel. Sólo de este modo, que requiere tiempo, cuidado progresivo y mucha constancia, podrás lograr un bronceado que dure hasta el otoño.

 

Sobre el artículo

Categorias: Belleza
Ultima modificación: 07/20/2012