Si eres de los que empieza a sentir el recelo ante la imagen que devuelve el espejo porque éste no hace más que devolverte una horrible imagen de los estragos que el transcurso del tiempo puede generar, no dudes en pensar que has disfrutado de la vida al máximo y lo seguirás haciendo: incluso si has perdido algún volumen en tu cabellera, siempre es algo que puede recobrarse.
Gracias a los avances científicos, disponemos de una amplia variedad de productos y tratamientos destinados específicamente a evitar la calvicie. Sin embargo, antes de recurrir a ellos será necesario reconocer fehacientemente si es alopecia el nombre del problema al que te estás enfrentando. Para ello, al igual que para cualquier trastorno de la salud, es imprescindible realizar una consulta con un médico especialista en la materia.
Sin embargo, mientras consigues un turno puedes comenzar por prestar atención a algunos indicios como cuál es la magnitud que alcanza la pérdida de cabello. Puedes reconocer los signos de la alopecia en los cabellos que quedan en la almohada al despertar de un plácido descanso, en el cepillo que utilizas asiduamente como así también en el desagüe de la ducha. La magnitud del volumen de cabello esparcido dará cuenta de la magnitud del problema, de este modo podrás advertir si debes ir urgentemente en busca de un tratamiento específico para detener los estragos de este silencioso enemigo de la belleza juvenil.
Es necesario recordar que la alopecia es un trastorno que afecta tanto a hombres como a mujeres, si bien los primeros son más propensos a su padecimiento. Si bien se trata de un problema de fácil prevención y tratamiento, mayormente de raíz genética, es recomendable mantener algunas pautas de conducta que permitirán atenuar y prevenir la pérdida prematura de cabello: llevar una dieta balanceada, respetar las horas de descanso como prevención del estrés y el uso medido de productos nocivos para la fortaleza natural del cabello son las claves que desde este preciso momento puedes comenzar a implementar para volver a conciliarte con esa preciada imagen que te devuelve el espejo.