Cómo someterse a un rejuvenecimiento facial

Si han pasado los años inadvertidos y, de pronto, te enfrentas con una imagen de ti mismo que no parece acordar con tu espíritu, sólo significa que has gozado plenamente del tiempo: todo lo demás es reparable. Sin dudas, ante el envejecimiento prematuro de tu piel la mejor alternativa es estar prevenido ya que la prevención es lo que hace que cualquier problema no quede más que en la esfera de su potencial existencia. Para esto, si aún estás a tiempo, es preciso que consigas hoy mismo el producto adecuado para tu edad y tipo de piel. Gracias a la proliferación de las investigaciones científicas en el tema, podemos disponer de una amplia gama de productos adecuados y especialmente diseñados para cada afección siempre al alcance de nuestras manos.

La luz solar, tan beneficiosa para la salud del alma, puede llegar a provocar estragos en nuestra piel. Como todos sabemos, la radiación ultravioleta se vuelve día a día más nocivas y pueden no sólo agravar la natural aparición de arrugas en el rostro debido a la resequedad generada en la epidermis tras largas exposiciones a la luz solar sino también la aparición de manchas indeseables. Por lo tanto, es necesario no prescindir de un protector solar para proteger nuestro rostro de la mañana a la noche y en cualquier temporada del año.

Si quieres ir más lejos porque piensas que una crema no solucionará tu problema, recuerda que siempre debes consultar con un médico especialista. Existen hoy en día numerosos tratamientos para devolver a nuestro rostro algunos de los años que muestra haber vivido: si la afección ha sido generada por la pérdida del colágeno natural de la piel, por su natural envejecimiento, las horas de sueño o la simple expresión, existe un método sencillo denominado peeling.  Otra opción es la aplicación de botox, utilizada principalmente para prevenir la aparición de arrugas en la zona frontal del rostro. También existen hoy en día rellenos de ácido hialurónico compuestos de elementos naturales presentes ya en la dermis y, por lo tanto, de menor agresión. Además, presentan la posibilidad de ser aplicados en cualquier zona del rostro con el objetivo principal de prevenir la flaccidez facial.

Existen otros tipos de métodos de rejuvenecimiento facial complementarios con los antes mencionados como, por ejemplo, los tratamientos de láser. La luz pulsada suele ser utilizada para quitar manchas, brindando la impresión del rejuvenecimiento de la dermis gracias a la devolución de la uniformidad de su color natural. Se trata además, de un tratamiento sencillo y de rápida recuperación. A diferencia de los láseres Fraxel y de CO2, aquellos son menos agresivos.

Como es posible ver, existe una amplia variedad de tratamientos dispuestos a paliar los trastornos generados por el envejecimiento natural de nuestro rostro. Sin embargo, lo ideal siempre es la prevención y, en este caso particular, el gozar de una vida feliz, plena y relajada garantizará como mínimo la postergación de esas indeseables marcas faciales que no hacen más que delatarnos nuestra más frecuente expresión ante ella.

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Categorias: Belleza
Ultima modificación: 07/20/2012