Las manos, en especial las uñas, son la parte del cuerpo, seguido del rostro, que más se ven, por lo que el cuidado de éstas es imprescindible para causar buena impresión en todo momento, debido a que evidencian mucho de la persona, como aspectos de su estilo de vida e incluso su manera de ser.
Sencillos consejos para una uñas excelentes
Primeramente debe adoptarse el hábito de utilizar guantes antes de realizar cualquier actividad de limpieza en la que utilicen químicos como detergentes, o se esté en contacto con pinturas, cal, etc., pues estos pueden dañar incluso las uñas aparentemente más fuertes, pudiendo tornarlas con el tiempo frágiles y endebles.
Por el contrario, un hábito que se debe erradicar es el de comerse las uñas, que además de estropearlas considerablemente, también puede agregase el mal aspecto que deja la acción si ésta es realizada en frente de otras personas.
Si se desea cortar las cutículas de los pies o de las manos, después de hacer esto es recomendable pulirlas o suavizarlas con una lima de uñas.
La aplicación del esmalte debe realizarse en varias capas delgadas, evitando el excedente del mismo, para que la terminación quede perfecta y bien seca. Cuando decida retirarlo, utilizar quitaesmalte humedeciendo con el mismo un trozo de algodón, empezando a limpiar desde el principio de la uña hasta la punta de la misma. Recuerde aplicar antes del esmalte un protector de uñas.
Lavar siempre las manos con agua fría, evitando la caliente, cepíllelas por debajo con bicarbonato de sodio y agua. Corte las uñas después del baño. Si desea que queden más blancas, puede calentar agua la medida de una taza mezclándola con una cuchara de agua oxigenada y sumergirlas allí por diez minutos, repitiendo este tratamiento un par de veces cada semana.