Si cuando somos jóvenes nos daba pereza hacer la cama, de mayores nos puede dar pereza limpiar el colchón. Sin embargo es una tarea que no se realiza todos los días y se puede hacer con la colaboración del resto de personas de la casa.
En primer lugar podemos prevenir que nuestro colchón se manche con unas sabanas especiales que están hechas de tela y plástico y funcionan estupendamente para prevenir que el colchón se impregne del sudor o de la orina si es el caso de tener niños. Puedes preguntar en las mercerías de tu ciudad por ellas.
En el caso de la limpieza habitual del colchón la realizaremos golpeando este para hacer que todo el polvo que tenga salga del interior del colchón así como los posibles ácaros. Si disponemos de un aspirador lo podremos aspirar y si disponemos de una máquina de vapor le podremos dar una pasada con ella.
Para manchas más serias que hayan dejado un rodal o una marca en el colchón lo que deberemos hacer será limpiarla usando un trapo humedecido en agua caliente y un jabón suave que tengamos para la ropa. Normalmente con este tipo de limpieza saltan todas las piezas pero si necesitamos algo más fuerte podemos usar bicarbonato, agua y un poco de agua oxigenada junto con un cepillo.
Además, aprovechamos cada vez que limpiamos el colchón para darle la vuelta y así si una vez lo limpiamos por una cara, a la semana siguiente le toca a la otra en profundidad por lo que el colchón siempre estará limpio por los dos lados y oliendo bien. ¿Conoces algún otro remedio casero que te deje el colchón limpio?