Si vive en un clima templado, con las cuatro estaciones bien definidas, tal vez habrá notado que en cada una debe cuidar de diferentes detalles para que sus plantas se desarrollen sin problemas.
Primavera
La temprana primavera es la época más “peligrosa” para las plantas. Para empezar, es esencial que aguarde a que el hielo haya desaparecido completamente del terreno para sembrar sus plantas. Esté luego al tanto de la temperatura, y prepárese a cubrir sus plantas con periódicos, frazadas o piezas de cartón para protegerlas por la noche en caso de que baje mucho. Estas cubiertas protectoras deben, por cierto, retirarse durante el día.
Otro problema que debe tener en cuenta en la primavera es el exceso de lluvia, Asegúrese de que el terreno tiene un buen drenaje para que el agua no quede encharcada después de un aguacero.
Verano
A medida que la primavera va dando paso al verano, las condiciones se hacen mejores para las plantas. Eso no quiere decir, sin embargo, que puede descuidar su jardín. Observe cuidadosamente el terreno para evitar que se reseque demasiado con el calor, y riegue las plantas cuantas veces sea necesario. También debe proteger sus plantas de los vientos, que en algunas regiones son más fuertes en verano.
Otoño
Cuando el otoño esté ya próximo, debe prepararse para proteger sus plantas de alguna helada prematura. Si ocurre alguna durante la noche, bañe sus plantas con la manguera muy temprano la mañana siguiente para impedir que se mueran. Claro que esto no tiene efecto alguno si ocurre una gran helada, ni en realidad hay cosa alguna que pueda hacer. Una helada realmente fuerte destruye las plantas, y hace descansar el terreno para el invierno.
Invierno
Es la época del año en que las plantas y el terreno descansan, y se preparan para la próxima estación. Si es posible, cubra el jardín completo con una capa de hojas recién caídas, como si fuera una manta, y déjelo descansar.