¿El actor nace o se hace? Este es el eterno debate entre el mundo de la farándula. Unos te dirán que el saber actuar es algo innato que se lleva dentro y otros abogarán porque toda persona con el correcto trabajo, constancia y esfuerzo puede convertirse en un buen actor.
Para ser un buen actor debes ser capaz de exteriorizar tus emociones, es decir, tienes que ser capaz de transmitir aquella situación que estás representando. Puedes ensayar delante de un espejo un par de monólogos para ver tus expresiones faciales y ver de esa forma si tu mismo transmites alguna emoción. Si cuentas con una cámara de video puedes grabarte y con posterioridad reproducir el video y ver en que partes debes mejorar.
También es importante que sepas ponerte en la piel de tu personaje por lo que una brillante idea es apuntarte a un grupo de teatro. Allí te enseñarán y depurarás la técnica así como podrás ver todos los entresijos. Si ves que te quedas estancado o no avanzas, busca otro grupo de teatro o compañía. No tengas miedo al cambio, lo que quieres es mejorar y si no encuentras aquello que buscas sal a buscarlo.
Otro consejo es que intentes ser todo lo activo que puedas, apúntate a todo aquello que creas que puede ser de utilidad. Hay multitud de cursos gratuitos sobre vocalización, proyección de voz, poesía, danza, cine… Esa versatilidad te hará que puedas sentirte cómodo en las situaciones más variopintas y lo que es más fundamental, delante del público. Mucha mierda.