Uno de los alimentos más nutritivos de origen vegetal son las legumbres, aunque para que conserven sus cualidades es recomendable seguir algunas sencillas pautas para preservarlas por más tiempo y eficientemente.
Al momento de comprar las legumbres:
Verifique la fecha en que han sido envasadas, teniendo en cuenta que ésta debe ser del actual año, ésto para las legumbres que vienen ya empaquetadas. En el caso de que las compre sueltas o a granel, asegúrese de que los granos estén muy bien secos, que no hayan comenzado a germinar, que no huelan a humedad o que posean hongos, si los granos ya tienen algunas de estas características, no los compre.
Al momento de conservarlas:
Consiga varios frascos de vidrio con tapas que cierren bien para guardar en ellos las legumbres, puesto que utilizar el vidrio para conservarlas es una de las maneras más higiénicas y herméticas que evita que se humedezcan. Una vez que las haya cargado en los envases bien cerrados, colóquelos en sitios que estén bien secos, alejados del calor y que sean oscuros.
Al momento de cocinarlas:
Es importante que antes de proceder a cocinarlas, las ponga en remojo una noche antes o unas doce horas aproximadamente, pudiendo luego reutilizar para la cocción el agua del remojo que conserva el sabor y los nutrientes. El momento preciso para añadir la sal es en el instante en que el proceso de cocción esta por finalizar, de manera a evitar que la sal llegue a afectar las legumbres, endureciéndolas.
Algunas personas añaden legumbres a los platos con carne creyendo que por ser éstas de origen vegetal no aportará la suficiente cantidad de proteínas, lo que es falso pues las mismas ya poseen una muy buena cantidad de proteínas haciendo innecesaria la combinación previa. Sin embargo puede complementarlas con variedad de verduras, para consumir un plato distinto y extremadamente nutritivo.