Entre las facilidades a las que el estilo de vida moderno nos ha acostumbrado está la de ir a la carnicería o a los supermercados y comprar la carne troceada, limpia y sin piel. Poco a poco nos estamos acostumbrando a tenerlo todo hecho y no preocuparnos por nada. Por este motivo, cada vez más personas desconocen los métodos que se utilizaban hace algunos años para realizar acciones que formaban parte de la vida cotidiana como cortar la carne y el pescado antes de cocinarlos. Además, comprar las piezas de carne enteras es más barato que comprarlas por trozos. ¿Quiere aprender a cortar y deshuesar un pollo en casa sin tener que depender de supermercados y carnicerías?
¿Quiere ahorrarse un poco de dinero haciendo el trabajo usted mismo/a?
Siga nuestras instrucciones y en un momento tendrá su pollo troceado.
El primer paso para cortar su pollo es limpiarlo muy bien tanto por fuera como por dentro y retirar las vísceras. Coloque el pollo entero en una tabla de cocina para cortar y utilice un cuchillo grande y muy afilado para realizar los cortes con precisión y conseguir retirar la piel de forma sencilla.
El primer corte que tiene que realizar es en las patas junto al hueso, para poderlas retirar con facilidad con un segundo golpe en seco. A continuación, extraemos las alas con un corte preciso justo donde se unen a la pechuga. Para separar la pechuga entera, introduzca el cuchillo hasta tocar el esqueleto y siga cortando muy pegado al hueso hasta que la carne de la pechuga salga entera.
Por último, realice un corte en la piel del pollo para que sea más fácil separarla de la carne tirando de ella.
Puede seguir cortando las distintas partes del pollo para obtener más piezas, por ejemplo, separar el muslo de la zona de la rodilla. También puede separar las pechugas en trozos más pequeños.
Si quiere guardar los huesos para darle algún uso en recetas posteriores, córtelo en los trozos que desee.
¡Ya tiene su pollo cortado!