Cubrir una torta con fondant no es tan difícil como pensamos y con un poco de decisión podremos obtener un resultado igual o mejor que el que vemos en las pastelerías.
Lo primero será conseguir la fondant. Esta ya la puedes encontrar preparada en algún comercio de tu ciudad sino su elaboración es muy sencilla. La forma de hacer una fondant es la siguiente. En un recipiente al baño maría calentaremos la gelatina, una vez este bastante disuelta agregaremos la glucosa, la glicerina y la margarina vegetal. Mantendremos en el baño maría hasta que se disuelva todo.
Retiraremos del fuego y colocaremos sobre nuestra superficie de trabajo un poco de azúcar glass dejando un hueco en el centro donde abocaremos el contenido que teníamos al baño maría e iremos amasando hasta conseguir una masa elástica. Si vemos que la masa esta dura podemos añadir un poco de agua hirviendo hasta que consigamos la textura deseada. Una vez amasada podemos añadirle colorante a la mezcla para darle un toque de color a nuestra fondant así como alguna esencia de sabor.
Ya tenemos nuestra fondant preparada. Ahora falta cubrir nuestra torta. El primer paso será asegurarnos que nuestra torta está completamente lisa. Ahora debemos recubrirla entera con alguna sustancia pegajosa como mermelada para que actúe como adhesivo entre nuestra torta y la fondant. Debemos añadir poca cantidad pues lo que se trata es que se pegue. Puedes usar chocolate, o dulce de leche, leche condensada… esto lo dejamos a tu gusto.
El segundo paso será presentar la fondant sobre nuestra torta para ello usaremos un rodillo en el cual enrollaremos la fondant y dejaremos caer sobre la torta. El procedimiento para presentar la fondant en la torta es primero acomodar los bordes y luego iremos acomodando el resto de la fondant sobre la torta. Si aparecen pequeñas grietas masajearemos la zona con los dedos como dándole calor y la grieta desaparecerá.
Por último recortaremos los excedentes y ya tendremos lista nuestra torta cubierta y lista para comerse.